octubre 19, 2015

Parafraseando a José Emilio.

De un tiempo a esta parte procuro acercarme a los cruces de caminos, detenerme un rato y mirar en alguno de ellos: un cuarto de siglo, todo ese tiempo que en realidad no es nada. Los viejos amigos se reúnen y ponen nombres sobre la mesa, alguna anécdota amarillenta, oxidada. Sonrisas. La charla está poblada de detalles que hemos olvidado. Silencio. Miradas. Afuera llueve.

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