agosto 24, 2008

Mediodía

Domingo. Todo puede suceder excepto Sygur Rós. Sin embargo sucede. Envuelto en la neblina ardiente de mediodía aparece un polvo de voces, un río de hielo que se derrite entre acordes y sudor. Afuera el trópico: la casa queda envuelta en las gélidas voces de su Ágætis Byrjun. Después de esto, sólo la noche.

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