junio 08, 2008

Conferencias

A veces me planto ante salones semivacíos. Pienso que esto no debe restar entusiasmo a la sesión. Me digo que deben preocuparme más las mentes vacías que los espacios vacíos. Recuerdo haber leído en una anécdota sobre Jim Morrison que solía tocar como si cada noche fuera la última de sus días.

No hay comentarios: