enero 18, 2008

Apunte doméstico

Nada mejor que un mantel. Un mantel auténtico es de tela: cuadros blancos y amarillos, flores en el centro, velita. Pero este mantel de hule color salmón de un lado y blanco afelpado del otro (y aquí uso “hule” en lugar de “plástico”, para evitar la cacofonía) no merece ser llamado mantel. En fin, se presta para el comentario ocioso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y q me dice del olor del mantel de hule? cuando es nuevo me remonta a la fonda en la q aterrizabamos a las 4 de la mañana en estado inconveniente a comer algo por piedad y clemencia hacia nuestro higado, cuando es viejo y huele a trapo mojado me recuerda a la misma fonda q visite 10 años despues.... me dio alegria ver el mantel de hule, las sillas con pintura descarapelada, el piso de cemento pintado, las paredes con calendarios de carniceria y supermercados, q recuerdos! q tiempos! q otros yo en esos momentos....
A.