septiembre 24, 2008

Biblias

Abrir un libro y hallar lo de siempre: es decir, la vida. Abrir el libro y echar a andar la bicicleta de los anteojos por caminos conocidos, andados. Descubrir siempre las mismas cosas, lo cotidiano. Siempre, sin embargo, dicho de otra forma. Libro que se reinventa. Así descubro la Rayuela nuestra de cada día. Como quien abre os ojos y mira.

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