febrero 23, 2008

La librería que no es

Encontré a Marcel Schwob en un ambiente sombrío: una librería del Puerto de Veracruz. Nada más ad hoc para iniciar el recorrido por las vidas imaginarias que una librería poco amable, difícilmente recorrible. Una librería sin Vargas Llosa, con las puertas cerradas. Schowb sonríe: me recuerda que toda librería, como los hombres, es idéntica a sí misma. Y hay las que no lo son.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y... mientras los libros que hay sean (para quien haya de requerirlos), aunque el sitio no. ¿No? Usted, por ejemplo, sigue siendo un permanente viajero impredecible, actualmente afincado y calendarizado, señor de su mujer y marido de su señora. Eso tiene un encanto que no lo da el ser errante.
Yo, por mi parte, sigo siendo la misma que no he sido nunca.
Pero igual lo quiero.
Un abrazo.