octubre 31, 2007

Concierto barroco

Tonantzintla aparece al final de una carretera, como los primeros acordes de un concierto barroco entre el silencio. ¿A qué suenan las paredes de ese templo? A Vivaldi o a Haëndel. Se recorre entre acordes y sonrisas, fuego y adagios, como caminar entre las voces de tinta de Alejo Carpentier. Afuera el pueblo disfruta, paciente lector, los silencios de talavera y la lluvia de las estrellas.

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